Vida Eterna

 *1 TRIMESTRE “SEREIS, PUES, SANTOS, PORQUE YO SOY SANTO”

 

  “VOLUNTAD DE  DIOS, VIDA ETERNA”

JUAN 6:39-40

 

INTRODUCCION

Oh Señor quiero saber tu voluntad, desde el principio, “y les daré corazón para para que me conozcan que yo soy Dios; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo corazón su corazón Jer. 24:7. Pues su palabra empieza con la hermosa relación de Adán y Dios donde adán conocía a Dios, antes de la caída “y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día Gen. 3:7” Y luego viene juan y nos dice en (Jn. 3:15-16) y ¿qué debo creer? Que Jesús me dará a conocer al Padre, y Jesús lo confirma diciendo “y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado…. mientras estaba con ellos, los protegía y los preservaba mediante el nombre que me diste, y ninguno se perdió sino aquel que nació para perderse, a fin de que se cumpliera la escritura… Jn. 17:12, 3

 

~        Si la voluntad del Padre es que ninguno se pierda según “Jn. 3:15 no se pierda, más tenga vida eterna.”  Porque algunos se pierden.

~        El que no es santo no vera a Dios, “pero nunca entrara nada impuro, ni nadie que haga cosas odiosas o engañosas Ap.21:21” ya que la santidad es condición de vida, somos santos porque Cristo es santo y en la medida que Cristo se reproduce en la vida del creyente es santo o no lo es.

~        El creyente experimenta en su vida un cambio, una nueva condición de vida en el nuevo nacimiento, en el cual el hombre por obediencia entra, pero el hombre no regenerado “desobediente”, pues no puede experimentar ni practicar “Ef. 2:1-3”

~        Cuando Cristo no se encuentra en nuestro corazón habita en nosotros la herencia del pecado y somos hijos de desobediencia.

~        Un ejemplo claro Judas no permite que Cristo se haga vida en él, ya que el Señor nos capacita para obedecer “Elegidos según la presencia de Dios Padre en santificación del Espíritu para obedecer y ser rociados con la sangre de Cristo 1P. 1:2”  el creyente está llamado a vivir en una naturaleza de obediencia trasformada por la gracia que cambia a los hijos de desobediencia a hijos de obediencia.

~        Como hijos de obedientes, no os conforméis a los deseos que antes tenías estando en vuestra ignorancia 1P. 1:14” que era lo que todavía había en el corazón de judas, y por lo que se dejó seducir, un creyente tiene una vida diferente, porque Cristo pone su Espíritu  Santo el cual derrama el amor de Dios en nuestros corazones “Ro 5:5” y lo que tenía judas en el corazón en el momento de entregar a Jesús era “y entro Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote Lc. 22:3”.

~        Pero el que no es fiel al Señor se pierde.  

 

 

Juan 6:39

Pero ilustremos de esta manera: todo lo que el Padre me da: Ejemplo: (Mt. 11:28) venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os are descansar.

~        Quien llama: Es el Padre, Jesús dice: “nada hago de mí mismo, mas como el Padre me enseño, esto hablo Jn 8.28” El Padre llama a salvación.

~        El hijo salva y recibe a todo aquel que viene a él, Cristo dice el que a mi viene de ningún modo lo hecho fuera, también dice todo lo que el Padre me da vendrá a mí, por tanto el Padre llama el hijo salva y el

~        Espíritu regenera al pecador.

 

Todo lo que el Padre me da: lo fundamental en la salvación es la obra de Dios (“Nadie puede venir a mi si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitare en el día final “Jn. 644…. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar Jn. 10:28-29…. A los que me diste del mundo les he revelado quien eres. Eran tuyos; tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra. Jn. 17:6”  ya les dije que soy yo. Si es a mí a quien buscan, dejen que estos se vayan. Esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho: de los que me diste ninguno se perdió Jn. 18:8-9”.

 

El Señor no lo rechaza, la misericordia de Cristo nunca falla  lo podemos ver en el “Vr.31-40”.

 

Juan 6:40

Una cosa es ver y otra es creer “Jn 20:3-8” tomas no creía porque no había visto (Jn. 20:25) pero Jesús dijo que serían bienaventurados los que creyeran sin ver (Jn 20:29), ver al hijo significa reconocer a Jesús como el Cristo.

“Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios Jn 1.12” ¿qué quiere decir esto? Que se entra a ser parte de la familia de Dios, porque es un don de Dios por gracia “Ef. 2:8-9” nunca es producto de un logro humano, y el ofrecimiento de este don depende de que el ser humano lo reciba, como lo demuestra las palabras  recibieron y creen.

La gran promesa que nos resucitara en el día postrero: El sentido, naturalmente, no es que el este encargado de guardar los objetos a el confiados en el estado como lo recibió, de suerte que no sufriesen nada en sus manos. Porque como somos pecadores, pertenecientes a la familia de Adán el dejar que no se pierda, pues lo primero que tenía que hacer era darnos su carne (Jn. 6:51) para que no perezcamos  más y tengamos vida eterna, después guardarnos para que no caigamos, levantarnos del polvo de la muerte y darnos un cuerpo incorruptible y lleno de la gloria de Dios, para presentarnos en cuerpo y alma perfectos y eternos, sin que nada falte a aquel que se los dio.

De tal modo que el que cree en el hijo, tendrá la vida eterna y para que nada de él se pierda, “yo lo resucitare en el día postrero  Jn 6:54.

 

*ICI Neiva – 2014©